INGREDIENTES
- 200 gr de harina.
- 100 gr de mantequilla.
- 4 gr de sal.
- 20 gr de azúcar glas.
- 1 huevo.
- 4 yemas de huevo.
- 125 gr de azúcar.
- 400 ml de leche.
- 100 ml de nata para montar 35% MG
- 1 rama de canela.
- La corteza de un limón.
- 40 gr de harina de maíz.
- Unas hebras de azafrán.
- 1/2 kg de mandarinas.
- 1 sobre de cobertura para tartas.
ELABORACIÓN
En un cazo ponemos a hervir la leche con la nata, la mitad del azúcar, las hebras de azafrán, la canela y el limón.
A parte, batimos ligeramente las yemas con el resto del azúcar.
Preparamos en un plato los gajos de las mandarinas.
Cuando la leche haya infusionado con la canela, el limón y el azafrán, la colamos y dejamos templar.
Añadimos un chorrito a las yemas para disolver la harina de maíz.
Una vez disuelta, volvemos a poner el cazo de la leche en el fuego, y vamos incorporando las yemas sin dejar de remover, y hasta que espese.
Vertemos la crema en un bol y la cubrimos con papel film. Dejamos templar.
Mientras preparamos la masa quebrada.
En el robot de cocina, ponemos la harina, la sal y el azúcar, con la mantequilla bien fría y cortada en dados.
Cuando esté mezclada, añadimos el huevo y con el mínimo tiempo mezclamos hasta que esté todo incorporado.
La metemos en la nevera un rato, para que no coja calor y sea más fácil de manejar.
Extendemos con un rodillo la masa sobre papel vegetal y espolvoreando con harina para facilitar el trabajo.
La colocamos sobre un molde desmontable para tartas y cubrimos con papel de aluminio totalmente. Ponemos unos garbanzos para que hagan peso y no se levante la masa, y horneamos a 180 grados unos 20 minutos.
Cuando la masa haya templado, la rellenamos con la crema, y disponemos los gajos de mandarina.
Siguiendo las instrucciones del sobre de cobertura, cubrimos todas las mandarinas y la crema. Queda muy brillante. Esta cobertura sólo la he encontrado en el supermercado Lidl.
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